El Baloncesto Talavera no dio su mejor versión el día que más lo necesitaba

La situación clasificatoria del Baloncesto Talavera se ha complicado y mucho, para qué nos vamos a engañar. El de este sábado era un partido decisivo para descolgar a un rival directo a la par que acercarse a los puestos de permanencia tras los resultados de la jornada, pero no sucedió ni una cosa ni la otra.

Y es que los nervios pesaron, como también pesó el juego de un filial vitoriano que fue superior en dos de los cuatro cuartos del encuentro y eso le permitió sacar una victoria que se trabajaron desde el primer al último de los minutos sacando rédito especialmente a esos puntos desde la línea de personal y también a ese acierto en los momentos puntuales de encuentro en los que la moneda, casi siempre cayó de su lado.

La carta de presentación la puso en el primer minuto de juego Gaizka Maiza con dos triples de manera consecutiva para plantar un 0-6 que fue neutralizado por el poder en la pintura de Andrejevic y por un Kemel Archer que la colaba de tres para dar a Talavera su primera ventaja en el encuentro (11-10) cuando el crono llevaba seis minutos de juego.

Extendió su racha anotadora el conjunto cerámico hasta el 15-10, viviendo del desacierto de su rival y sobre todo del poderío en el rebote (hasta 15 en este periodo por o de su oponente). A partir de ahí comenzaron las sombras con los baskonistas comenzando a sacar tajada desde la línea de personal para recobrar una ventaja en el luminoso que consiguió neutralizar Álvaro Martínez con un triple para irnos a la primera pausa con el 18-18.

El segundo acto empezó con Martínez prolongando su estado de racha (seis puntos prácticamente seguidos) y percutiendo la zona contraria. Por su parte en el otro campo sacaba Baskonia ‘B’ una acción de cuatro puntos de Portalez (triple y adicional) convertido tras personal de Andrejevic en el lanzamiento. Los vitorianos gozaban de un colchón que a base de puntos desde la personal hicieron crecer hasta los siete de distancia al descanso (37-44).

Tiempo para ir a la caseta, repasar y ver la forma de invertir esa diferencia en un tercer cuarto que suele ser el que, por estadística, se le atraganta a los de la Ciudad de la Cerámica. Y una vez eso iba a suceder, a pesar de que los azules salieron fuertes con dos triples y una de dos de Peris que dejaban un 44-46 que hacía albergar esperanzas.

De hecho por un par de veces gozó Talavera de posesión para igualar, pero no convirtió y eso permitió a Cazoo Baskonia pegar otro golpe de pedal que acabaría siendo definitivo. Nuevamente desde la línea de personal, a la que acudieron hasta 29 veces en todo el encuentro por la mitad de su rival, resultaba decisiva como también un canastón de Ndiaye para marcar territorio (44-50).

Nos encaminábamos a la parte final del cuarto y en ella se encallaban los de la Ciudad de la Cerámica hasta quedarse 16 puntos abajo (49-65) que era la máxima renta para los de Miguel Ángel Hoyo cuando el reloj se ponía a cero por tercera vez, lo que nos decía que estábamos a 10 minutos para llegar al final.

Todo o nada para Talavera en el cuarto final de partido con Martínez resucitando con siete puntos y haciendo al técnico oponente pedir tiempo muerto para que no se le fuera el encuentro. Llegaron los de Ricardo Úriz a rebajar esa distancia de 16 puntos hasta los ocho (71-79) y tuvieron a tiro triple que repelió el aro dejarla en cinco, pero no entró, algo que sí logró Baskonia con un triplazo de ruso Savkov que dejó helada y nunca mejor dicho a la parroquia local (71-82)

Tocado de muerte quedaba un conjunto cerámico que prolongó su agonía a base de puntos, ahora sí, desde la personal y recortó hasta seis (77-83) aunque final sería siete los puntos de distancia con los que los vitorianos salieron triunfadores del envite (77-84). El Baloncesto Talavera se complica, pero aún quedan nueve balas en la recámara y va a tocar que saber administrarlas para el objetivo de la permanencia.