Peris guía al Baloncesto Talavera a una épica victoria sobre la bocina frente a Misuscenter Morón

Josep Peris fue el héroe de la noche de este miércoles en el Polideportivo ‘Primero de Mayo’. Una canasta suya sobre la bocina permitió al Baloncesto Talavera sumar una importante victoria ante un rival directo como Minuscenter Morón por 74-71 y de la misma manera poner el punto y final a una dinámica de derrotas que ya duraba demasiado para los chicos de Ricardo Úriz y que les iba hundiendo cada vez más en la general de este Grupo ‘Oeste’ de LEB Plata.

Una victoria para recordar y también para analizar porque fue no apta para cardiacos. Los cerámicos llegaron a estar hasta trece puntos arriba en el marcador (42-29), sobrevivieron a ese tercer cuarto que acostumbra a ser maldito y además lo hicieron anotándose una victoria parcial por 13-12 para irse al periodo final con un 55-45 que auguraba un periodo final que se podía tomar con relativa confianza.

Sin embargo un nefasto arranque de cuarto no sólo hizo que la ventaja se dilapidase, sino que incluso los cerámicos llegaron a estar cuatro abajo (60-64) y tuvieron el partido perdido porque a 1.7 segundos para el final caían de dos (69-71) pero Alonso Meana forzaba una personal y dos tiros libres que convertía ante el silencio sepulcral del pabellón talaverano, sólo roto por la afición visitante que deseaba el fallo del gijonés.

No erró, metió los dos para el 71-71 y los moroneros tenían en su mano la prórroga, incluso sacarle una personal a los azules para ganar, porque un tiro lejano se presumía complejo. Sin embargo, ni una cosa, ni la otra, ni tampoco la otra. Presión asfixiante en el saque de los talaveranos, pérdida de balón en banda y 1.2 para armar una jugada.

Balón a Peris, que esta noche estaba ‘on fire’, que poco antes, a 40 segundos para el final había metido un triple milagrosos para igualar un encuentro que se iba (69-69) y que se la iba a jugar en la última del encuentro, sin tiempo muerto, por cierto. Se la tenían que cocinar los jugadores y la clavaron, nunca mejor dicho. El base de Lliria recibía, armaba el brazo y se elevaba ante un rival que desesperado buscaba taponarle el tiro pero no lo lograba.

Otra vez el silencio, un segundo que pareció una eternidad y ese sonido de pelota que entra limpia en el aro a la par que esa bocina que decía adiós al último cuarto de encuentro, ese que se cerraba con un 74-71 y que hacía estallar de júbilo tanto a los propios jugadores azules, como los del banquillo como incluso una afición que creyó y que lo celebró con alegría.

Y es que el encuentro era una finalísima, penúltimo contra antepenúltimo, y los locales lo afrontaron como tal, con todas sus piezas rindiendo a un gran nivel y sobre todo bajo presión. Quizá el protagonismo esta vez fue para Peris, pero muy bien el Alonso Meana en la dirección, con Andrejevic poderoso en la pintura, Martínez entrando como un matador en la pintura, Archer una araña a la hora de coger el rebote… Todos aportaron, incluso los que menos minutos tuvieron esta vez y alentaron a los suyos demostrando letra a letra la palabra equipo.

Partido pues para recordar y también para romper rachas, porque en algún momento la dinámica negativa debía llegar a su final. Cierto y lo único negativo es que el ‘basket-average’ se pierde con el equipo de Morón de la Frontera, pero también que la distancia con el colista se aumenta y a la par que se reduce con el propio conjunto sevillano a un encuentro, mientras que por delante de ambos aparece el grupo formado por Tormes, Zamora y Canoe con 6-9.

Delante de todos ellos asoma Decolor Fundación Globalcaja La Roda (7-8), quien por cierto será el siguiente rival liguero el próximo domingo 15 de enero a partir de las 12:00 horas en el Pabellón ‘Juan José Lozano Jareño’. Los talaveranos ganaron ya en la ida a los rodenses, ¿Por qué no repetir en la vuelta y sumar la primera victoria a domicilio?