El Baloncesto Talavera llegó vivo al tramo final pero no pudo doblegar a Rioverde Clavijo

Se preveía un encuentro cocinado a baja anotación y así iba a ser la cita de este domingo en el Palacio de los Deportes de La Rioja entre el Rioverde Clavijo y el Baloncesto Talavera, una cita que parecieron romper los locales tras el descanso, pero donde los de Ricardo Úriz se reengancharon en el cuarto final hasta quedarse a cuatro puntos y posesión en el último minuto. Andrejevic erró su lanzamiento a canasta, Ukawuba no perdonó el suyo y dos antideportivas con cuatro tiros convertidos por De Pablo dieron a los locales la victoria por 70-62.

Empezó bien el encuentro para los intereses visitantes, con Andrejevic dominando en la pintura, con rapidez de movimientos de ataque y buenas defensas en los de Talavera de la Reina lo que les permitiría doblar en el marcador a su rival cuando la cita esta superaba los siete minutos de juego (6-12).

Los talaveranos le planteaban un partido incómodo a los logroñeses y parecía que todo les iba de cara, con una salvada in extremis de Martínez evitando caer en el campo atrás y asistencia para Astlleros que ponía la ventaja en siete arriba, un 8-15 que sería su máxima ventaja del encuentro y que quedó recortado a 11-15 después de un triple estratosférico sobre la bocina de Miguel de Pablo, quien aparecería en los momentos más delicados de su equipo.

Arrancó el segundo acto con los locales empecinados en buscar la canasta desde más allá del 6’75 y los cerámicos, aunque no estaban tampoco muy acertados, se valían de los puntos de Ganal y de Peris para seguir manteniendo la renta, llegando ésta a un 23-29 después de una buena acción de McRay – Thomas.

Viendo que los de Jenaro Díaz no lo conseguían por fuera pasaron a buscarlo desde la pintura, en parte porque los hombres altos de Talavera comenzaron a cargarse de faltas y porque vieron que ahí su efectividad mejoraba, a la par que los visitantes comenzaban a nublarse y a ver el aro muy pequeño.  

Iglesias, máximo anotador de los riojanos en el partido con 18 puntos, anotaría una canasta a la postre decisiva, un lanzamiento de tres puntos que marcaba un 32-29 para devolver a su equipo al liderato en el electrónico (desde el 4-3 no iban por delante) que ya no soltarían en el resto de la cita. El segundo periodo acabó con ventaja local de un punto (32-31), eso sí, después de que tanto Sainsbury, que se estrenaba con su nuevo equipo, como Castillo fallaran sendas canastas fáciles en los últimos ataques de ambos equipos.

El tercer cuarto fue el más oscuro de los cerámicos en todo el encuentro. Un par de pérdidas en ataque de Cooper, unos pasos de Ganal, más personales para los hombres altos (Andrejevic, Bottenberg y McRay – Thomas)… Total, que el marcador se iba hasta los siete de distancia logrando Cooper anotar tras cuatro minutos en blanco los de la Ciudad de la Cerámica.

Y no mejoraban las cosas para los visitantes que trataban de recortar desde el triple y que ataque tras ataque veían cómo no sólo la pelota no quería pasar por el aro, sino que además todos y cada uno de los rebotes eran cazados por los riojanos. Total, que la renta en contra crecía y crecía hasta los 12 puntos (55-43) que serían los que habría de diferencia al cumplirse los 30 minutos de partido.

No pintaba bien el encuentro, aunque restaban 10 minutos en los que era el todo o nada. Y este último cuarto empezó perezoso en lo que la anotación se refiere ya que casi tres minutos tardó en llegar la primera canasta, que la metió Martínez y tras ella llegó un triple de Castillo que permitía a los cerámicos meterse en el encuentro de nuevo (55-48).

Paró la cita el técnico local y su equipo aun así tardó un par de minutos más en anotar su primera canasta, un triple de Ukawuba. Pese a ello Baaloncesto Talavera había recuperado sus ilusiones en que podía sacar algo positivo en casa del segundo clasificado y sendos dos más uno de Cooper y de Peris, unido a una canasta de Bottenberg ponían la cita al rojo vivo (59-56).

Últimos tres minutos de cita y tensión en el ambiente porque unos y otros rifaban la bola en sus respectivos ataques y ahí empezó a aparecer la mano de Miguel de Pablo para mantener la ventaja para los suyos. Andrejevic, por su parte, volvía a hacer acto de presencia en la zona para que Talavera siguiera creyendo y serbio tuvo en su mano poner a su equipo tan sólo dos. El aro le fue esquivo y quizá ahí murieron las opciones de victoria.

Y es que Ukawuba no perdonaba tras rebote defensivo capturado por su equipo y transición que elevaba la desventaja a los seis y aunque Peris la volvió a bajar a cuatro, la acción tuvo después una antideportiva a Martínez que se resolvió con dos puntos de Miguel de Pablo desde el tiro libre y otra antideportiva a Castillo que tuvo el mismo resultado para dejar el marcador en un definitivo 70-62.