El Rusevilla Fútbol Sala Talavera cayó en la trampa del Almaraz Fútbol Sala, un rival que llegaba al Primero de Mayo como colista de este Grupo ‘4B’ de División de Honores y con una convocatoria bajo mínimos compuesta por apenas nueve jugadores. Todo invitaba a pensar que era un partido para que los locales sacaran tres puntos fáciles y pudieran mirar hacia arriba en este tramo final de la primera fase, pero la cita se complicó de tal manera que pueden hasta dar gracias por arañar un empate ante los extremeños tras el 2-2 con el que acabó la cita.
Ya de por sí el encuentro arrancó torcido, con el conjunto visitante pegando hasta por dos veces en los postes, en ambos casos tras remates de Jesús Gil, cuando ni habíamos llegado apenas a los cinco minutos de encuentro. Mal pintaba la cosa y Sergio Jiménez ‘Pollo’ decidió cambiar por completo el quinteto inicial en busca de la reacción de sus jugadores.
La llamada de atención surtió sus efectos y con el paso de los minutos el equipo celeste comenzó a desperezarse aunque las ocasiones brillaban por su ausencia. En el primer acercamiento claro de los cerámicos llegaba el primero de la tarde. Corría el minuto 10 cuando Alberto peleaba hasta línea de fondo una bola que parecía perdida y servía atrás para que Hugo Villa se lanzara con todo y superase por alto a Alejandro para el 1-0.
Se ponía por delante Talavera, que se confiaba y creía tener todo hecho, pero ya se sabe que un gol en fútbol sala con 30 minutos por delante es todo un mundo y más en estas categorías. Tocaban y tocaban los talaveranos pero apenas sin la profundidad suficiente para hacer daño a un rival que estaba cómodo atrás esperando y que en una contra, poco antes del descanso, tuvo el empate pero Nacho abortó un tiro a bocajarro.
Iniciaba el segundo tiempo y ese conformismo peligroso seguía estando en los cerámicos, a los que no les sirvió de nada la charla en vestuarios para tratar de darle una marcha más al partido y, viendo que le dejaban con vida, Almaraz aprovechó su oportunidad de merodear el marco de Nacho hasta que acabó consiguiendo su premio. En el 30’ lograba un empate que llegaba tras una pérdida y remate de Pablo Moreno que se colaba para el 1-1.
Se dice que las desgracias nunca vienen solas y el Rusevilla FS Talavera encadenaba en el minuto siguiente la quinta falta en el marcador y un 1-2 convertido por Jesús Gil con un disparo ajustado a la base del palo izquierdo ante el que Nacho poco pudo hacer. El Almaraz FS se ponía por delante y a los chicos de Pollo les quedaban por delante nueve minutos para arreglar el desaguisado que estaban armando.
Pudo Dani Hernández, un minuto más tarde del segundo gol de los almaraceños, haber conseguido la igualada con un testarazo al segundo palo que desbarataba Mario Rodríguez con una felina intervención. También probó fortuna Ethan con un remate que salía lamiendo el palo. Arriesgaba Talavera, no le quedaba otra, y casi lo paga con el tercero en contra.
Arriesgó mucho más si cabe el equipo de la Ciudad de la Cerámica y eso implicaba salir con el juego de cinco. Era el minuto 36’ un astuto Ethan, que se colocaba la zamarra de portero – jugador, conseguía forzar un penalti tras sentir contacto dentro del área. Mario Arriero era el encargado de ejecutar el penalti y definía con maestría, por arriba, para poner el 2-2.
Seguían de cinco los locales, viendo que podían lograr hacer daño a su rival, pero la circulación de bola era demasiado lenta, muy planos en la toma de decisiones y pagando algún que otro riesgo que le llevó a Sergio Barquilla a estrellar su remate en el travesaño. Y así terminaba un encuentro en el que al menos los locales rescataron un punto de un mal partido ante un Almaraz que fue mejor y que quizá mereció los tres.
